HISTORIA Y FILOSOFIA
HISTORIA
Soy Sandra Huertas Veas, de 43 años de edad, con el cargo de Almirante en “Isla Marinera Foto Vida”. Quiero compartir con vosotros los motivos que me llevaron a este gran proyecto. Una de las razones más importantes, ha sido la de instaurar en Alcantarilla mi pequeño navío, para poder unirme aún más a la tierra que me vio nacer y que ahora como mujer, lidero para poder haceros llegar a vosotros una parte de mí, a través de mi trabajo.
Coincidiendo con el agravamiento de la enfermedad de mi madre y posterior jubilación, y contando con las oportunidades que me ha brindado la vida, remodelé el antiguo negocio familiar, convirtiéndolo en “Isla Marinera Foto Vida”. Esta nueva etapa ha llenado mi corazón de amor y de alegría; poder trabajar de lo que más me apasiona, me permite brindar a mis clientes un servicio único y exclusivo, en donde la complicidad y la sintonía, transforman en un papel lo más profundo que hay dentro de nosotros, uniendo en ese instante, el alma del fotógrafo con la del cliente.
Isla Marinera Foto Vida, es un puerto natural formado por una cabaña de pescadores construida de madera natural ubicada en la ciudad de Alcantarilla. Un lugar que resguarda del oleaje de la cotidianeidad de la vida.
FILOSOFIA
SEXTANTE
La fotografía es en mi vida el sextante con el que navego, el que me ha descubierto el camino hacia casa, el camino hacia mí. Es el que ha ido transformando mi vida a través de perspectivas, colores y texturas; me ha guiado hacia el horizonte teniendo como referencia la posición de las estrellas en noches oscuras. La fotografía es mi forma de acompañar a la gente a inmortalizar los instantes más maravillosos de sus vidas, para que pasado un tiempo puedan recordar aquellos momentos almacenados en la sombra de la memoria y puedan volver a estar con las personas que más han querido, recordar los hoyuelos de sus hijos, o la sonrisa de sus abuelos.
Timón
Mi trayectoria ha estado marcada por una cámara que me ha permitido conmemorar grandes eventos, y guardar en ella instantes que no se quedan grabados en la retina. Mi pasión por la fotografía ha marcado mi estilo de vida y me ha orientado a aquellos proyectos que me llenan el corazón, como tener mi propio estudio y mi propia escuela; poder formar a personas en el vasto mundo de la imagen, con sus luces, técnicas y composiciones, y, sobre todo, a encontrar en mi trabajo mi sentido de vida.
Salvavidas
La fotografía me ha sostenido y no ha dejado que me hunda en momentos complicados, ha sido mi salvavidas. Me ha mantenido a flote cuando más lo necesitaba, ha sido mi pequeña zona de seguridad en la que podía descansar cuando ya no me quedaban fuerzas, con la que podía sentir el agua del mar en los pies, sin necesidad de nadar, dándome mi rincón de descanso para poder reponerme de las grandes olas de la vida.
Faro
Además de la dirección y el rumbo que me ha proporcionado la fotografía, también ha sido mi faro, me ha hecho avistar tierra y llegar a grandes puertos donde he podido conocer grandes lugares y personas maravillosas. Mi cámara me ha enseñado la sensibilidad de las emociones que se esconden detrás de una fotografía, las historias y las expectativas que se dejan entrever en el reflejo de unos ojos. La fotografía es para mí, más que una profesión, un estilo de vida, de creación e interpretación de este plano físico, que nos permite transformar esta realidad en una verdadera obra arte.